Agradeciendo el camino, continuamos compartiendo la medicina de nuestros abuelos, haciendo eco y RECORDANDONOS. El abuelo Ramiro de tradición muisca, nos habla de la experiencia divina del parto y nos recuerda la sabiduría, la medicina y el misterio implícito en el acto de tejer, acto que ha acompañado a nuestros antepasados en toda su existencia. La misma vida es un tejido del que todos hacemos parte.
El tejido trasciende la forma del objeto y lo llena de energía, no se teje solo la materia, se teje el pensamiento, y el pensamiento es la representación de la vida . Cada nudo es la conciencia misma, de ello depende la coherencia del tejido, la construcción de todas las relaciones. El origen cósmico esta allí.--------------¿Cómo está nuestro pensamiento?----------------------
Todos guardamos en cada parte de nuestro cuerpo, memoria, nuestros recuerdos se acumulan allí y ocasionalmente no nos permiten fluir. Pero tenemos la posibilidad de renacer, circular, desanudar, anudar y fortalecer los hilos de nuestro propio tejido.
El tejido, la metáfora a través de la cual dialogamos con el ser, con la unidad; nos da la posibilidad de volvernos a parir, de volver a la espiral originaria e infinita en la que hilamos nuestro camino con un propósito claro.
La mujer lleva en su interior la mochila, el utero, donde crece la ESPIRAL DE LA VIDA. El hombre la acompaña, la soporta, es la gasa de esa mochila.
Tejer una mochila con intensión es medicina , podemos entrar en el profundo silencio que habla, aconseja y sana cuando nos dedicamos a realizar esta actividad con un propósito especifico: sanar un relación, sanar la enfermedad física, sanar emociones negativas, tejer un proyecto, identificar algo presente o ausente en nosotros,… cualquier intensión que proviene del corazón es un canal para sentir y disfrutar la bendición de SER.
LOS HILOS MANTIENEN LA VIDA.
TEJIENDONOS EN AMOR. Gracias nuevamente por la palabra sabia. Ah'hoo
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